Por: Alfredo Coronil Hartmann
Las relaciones internacionales de Namibia pueden ser irrelevantes, en tiempos de Napoleón Iº, Francia era la primera potencia europea, pero su canciller fue uno de los creadores de la diplomacia moderna, después de Waterloo, llegó al Congreso de Viena, derrotado y salió conservando el prestigio y las consideraciones para su país de las potencias vencedores, se llamaba Carlos Mauricio de Talleyrand Perigord y era de una nobleza más antigua que los borbones, fue ministro de Relaciones Exteriores de 13 gobiernos y su rival más destacado era, en el Imperio Austro-Húngaro, Clemente Wenceslao Lotario de Metternich, I conde y luego príncipe de Metternich-Winneburg , durante 27 años canciller, el hoy Reino Unido de Inglaterra e Irlanda, tuvo cancilleres y política exterior de primer orden, Benjamín Disraeli, Lloyd George, son arquetipos.
En cambio los Estados Unidos, los Estados Unidos… Pese a un Departamento de Estado tan fogueado, pareciera condenado a una torpeza diplomática insalvable, no solo los gobiernos, sino buena parte de su clase dirigente. Tuvieron que importar a un judío-alemán y nacionalizarlo, para tener una diplomacia respetable, pero los Henry Kissinger no abundan o los Averell Harriman, autor de America and Russia in a changing world, embajador en Moscu y gobernador de Nueva York. Un republicano y un demócrata, para respetar el equilibrio pre-electoral.
Trump es un hombre que cultiva una imagen de rudeza, pero ha tratado mas que ningún otro presidente americano –a pesar nuestro- de ayudar a Venezuela, hasta los sectores criollos tradicionalmente más ligados al Partido Demócrata que al Republicano, apostamos a su triunfo, y nos encariñamos con figuras tan solidarias como Marcos Rubio.
Yo se que estamos más devaluados que el bolívar, otrora una de las monedas más sólidas del mundo, pero las declaraciones que perpetró ayer ese mismo senador Rubio, tan preocupado por nosotros, hacen que hasta un antichavista como yo, visto como “radical” por tanta gente –especialmente los comeflor de la oposición- agarrara una molestia consistente.
No estimado senador, disminuidos, hasta sin gasolina, pero Venezuela no merece, aunque sea por sus antecedentes históricos y por razones geopolíticas evidentes, un trato tan “imperial” como el de sus desdichadas declaraciones de ayer, muy lamentables, porque los necesitamos mucho y los queremos –al menos yo muy sinceramente- como país jamás hemos tenido conflictos con ustedes, pero vamos a respetarnos, porque aún no queriéndolo, hablando así se le hace el juego al régimen que padecemos.
Usted tiene la proyección y la imagen de un papabile, yo en particular lo percibo como un muy buen prospecto para la Casa Blanca, en un futuro no muy lejano, prudencia, que ese primer hispano en la avenida Pensilvania, establezca un nuevo perfil en las relaciones exteriores de su gran nación. Dios lo bendiga.
POLÍTICA EXTERIOR, ¿APRENDERÁN ALGÚN DÍA?
Por: Alfredo Coronil Hartmann
Las relaciones internacionales de Namibia pueden ser irrelevantes, en tiempos de Napoleón Iº, Francia era la primera potencia europea, pero el canciller fue uno de los creadores de la diplomacia moderna, después de Waterloo, llegó al Congreso de Viena, derrotado y salió conservando el prestigio y las consideraciones para su país de las potencias vencedores, se llamaba Carlos Mauricio de Talleyrand Perigord y era de una nobleza más antigua que los borbones, fue ministro de Relaciones Exteriores de 13 gobiernos y su rival más destacado era, en el Imperio Austro-Húngaro, Clemente Wenceslao Lotario de Metternich, I conde y luego príncipe de Metternich-Winneburg , durante 27 años canciller, el hoy Reino Unido de Inglaterra e Irlanda, tuvo cancilleres y política exterior de primer orden, Benjamín Disraeli, Lloyd George, son arquetipos.
En cambio los Estados Unidos, los Estados Unidos… Pese a un Departamento de Estado tan fogueado, pareciera condenado a una torpeza diplomática insalvable, no solo los gobiernos, sino buena parte de su clase dirigente. Tuvieron que importar a un judío-alemán y nacionalizarlo, para tener una diplomacia respetable, pero los Henry Kissinger no abundan o los Averell Harriman, autor de America and Russia in a changing world, embajador en Moscu y gobernador de Nueva York. Un republicano y un demócrata, para respetar el equilibrio pre-electoral.
Trump es un hombre que cultiva una imagen de rudeza, pero ha tratado mas que ningún otro presidente americano –a pesar nuestro- de ayudar a Venezuela, hasta los sectores criollos tradicionalmente más ligados al Partido Demócrata que al Republicano, apostamos a su triunfo, y nos encariñamos con figuras tan solidarias como Marcos Rubio. Yo se que estamos más devaluados que el bolívar, otrora una de las monedas más sólidas del mundo, pero las declaraciones que perpetró ayer ese mismo senador Rubio, tan preocupado por nosotros, hacen que hasta un antichavista como yo, visto como “radical” por tanta gente –especialmente los comeflor de la oposición- agarrara una molestia consistente.
No estimado senador, disminuidos, hasta sin gasolina, pero Venezuela no merece, aunque sea por sus antecedentes históricos y por razones geopolíticas evidentes, un trato tan “imperial” como el de sus desdichadas declaraciones de ayer, muy lamentables, porque los necesitamos mucho y los queremos –al menos yo muy sinceramente- como país jamás hemos tenido conflictos con ustedes, pero vamos a respetarnos, porque aún no queriéndolo, hablando así se le hace el juego al régimen que padecemos.
Usted tiene la proyección y la imagen de un papabile, yo en particular lo percibo como un muy buen prospecto para la Casa Blanca, en un futuro no muy lejano, prudencia, que ese primer hispano en la avenida Pensilvania, establezca un nuevo perfil en las relaciones exteriores de su gran nación. Dios lo bendiga.
Para rescatar el porvenir 